viernes, 2 de agosto de 2019

Pastel de ricota


Últimamente me estoy aficionando a poner ingredientes más saludables en mis preparaciones. Estoy sustituyendo, en la medida de lo posible, la mantequilla por el aceite de oliva virgen extra y, contrariamente a lo que pensaba, no le quita sabor a los otros ingredientes. Estoy utilizando arbequina 100%. También en este bizcocho se sustituye la mantequilla por queso ricotta y la esponjosidad de la miga es espectacular. Por eso os animo a que probéis estos cambios.

La receta que os traigo hoy es del blog "Tavolartegusto"  que sigo y que me encanta

Aquí os dejo el enlace por si os interesa: Tavolartegusto

Ingredientes

Para un molde de 22 cm

200 g de harina
200 g de ricotta fresca
2 huevos grandes (Ta)
160 g de azúcar
50 g de aceite de oliva virgen extra
2 cucharadas de leche (Ta)
ralladura de 1 limón grande
ralladura de una naranja grande
1 vaina de vainilla
15 g de levadura de repostería
1 cucharada de azúcar glas

Antes que nada, alrededor de 1/2 hora antes de preparar el pastel, sacamos la ricotta de la nevera, la pesamos y mezclamos bien con una cuchara de madera hasta obtener una crema. La dejamos a temperatura ambiente.

Rallamos la cáscara de naranja y de limón y la ponemos en un recipiente. Añadimos los huevos y el azúcar y batimos durante 3 minutos hasta obtener una masa muy ligera y esponjosa.

Añadimos el aceite a la mezcla en hilo y seguimos batiendo durante 1 minuto. La masa será más líquida pero aún con cuerpo y densa. Agregamos una cucharada de harina y mezclamos bien. Si usamos una amasadora batiremos a velocidad media para incorporar bien la harina.

Añadimos la ricotta mezclando a velocidad media durante 1 minuto. En este momento añadimos el resto de la harina tamizada con la levadura de un solo golpe, seguimos mezclando y añadimos las dos cucharadas de leche. Mezclamos durante 1 minuto más. 

Pasamos la mezcla a un molde engrasado con mantequilla y enharinado y lo metemos al horno precalentado a 180º durante 30 minutos aproximadamente.
Después de comprobar que está bien cocida la sacamos del horno y la dejamos enfriar durante 10 minutos antes de desmoldarla. Luego la dejamos enfriar otros 20 minutos. Le añadimos la cucharada de azúcar glas por encima y ya podemos degustarla.

La ricotta crea una especie de costra en el pastel por eso debéis vigilar que no se os pase.




 

miércoles, 10 de julio de 2019

Flan Pâtissier





La receta de hoy es muy resultona para lo fácil que es de hacer. Hacía tiempo que quería prepararla pero cada vez que me ponía a ello, eran tantas las recetas que circulan por la red que no me acababa de decidir. Así que busqué en mis innumerables libros de repostería y me decidí por la del libro de Ladurée, aunque con alguna pequeña modificación.

Esta tarta de flan en realidad es la combinación de una masa quebrada y una crema pastelera que se hornea. Algunos pasteleros utilizan hojaldre para la base. Eso va en gustos. A mi me encanta la masa quebrada y esta receta queda muy bien.

Pasta quebrada

250 g de harina de repostería
125 g de mantequilla muy fría
1 pizca de sal
25 g de azúcar
4 cucharadas de agua fría
2 yemas de huevo

Tamizamos la harina sobre un cuenco grande. Añadimos la mantequilla cortada en trozos muy pequeños. Trabajamos esta mezcla con las manos hasta que adquiera una consistencia arenosa. Añadimos el azúcar y  la sal y mezclamos ligeramente.

Añadimos las yemas y el agua. Yo, en principio, añadí 3 cucharadas de agua pero luego tuve que añadir la cuarta. Mezclamos bien hasta que la masa esté homogénea y se mantenga unida pero no la trabajamos en exceso.

Formamos un disco con la masa en un papel de film y la ponemos en la nevera al menos 1 hora. (Yo la estiré bastante en forma de círculo antes de meterla en la nevera para que luego no me costara tanto darle forma).

Relleno de flan

2 vainas de vainilla 
500 ml de leche entera
325 ml de nata líquida
2 huevos y 3 yemas
210 g de azúcar
75 g de almidón de maíz
25 g de mantequilla

Con un cuchillo afilado, cortamos las vainas de vainilla por la mitad a lo largo. Rascamos el interior con la punta para retirar las semillas. Vertemos la leche y la nata en un cazo con las semillas y la vaina de vainilla. Llevamos a ebullición. Retiramos del fuego y tapamos. Quitamos las vainas.
En un cuenco grande batimos los huevos, las yemas y el azúcar hasta que la mezcla adquiera un tono claro. Añadimos el almidón de maíz. Mezclamos. Echamos un poco de la mezcla de leche en el cuenco para templar las yemas y que no cuajen. Mezclamos bien y añadimos el resto de la leche. Volvemos a mezclar y volcamos todo en la cacerola donde habíamos calentado la leche. Llevamos a ebullición a fuego medio bajo sin dejar de remover con las varillas para que no forme grumos. Retiramos las natillas del fuego y las vertemos en un cuenco grande. Esperamos unos minutos y añadimos la mantequilla. Ello le dará una consistencia sedosa. Ponemos un papel de film pegado a la crema para que no haga costra y dejamos que se enfríe completamente.

Mientras se enfría la crema (unas 4 horas) sacamos la masa de la nevera, forramos un molde de 20 cm con ella después de haberle puesto mantequilla para desmoldar con facilidad y la metemos en el congelador. La dejamos hasta que se enfríe la crema.

Calentamos el horno a 200ºC

Echamos la crema en el molde, bajamos el horno a 175º y metemos la tarta durante 90 minutos. Cuando le falten 15 minutos la podemos cubrir con papel de aluminio para que no se tueste mucho la superficie, pero eso va en gustos. He visto esta tarta completamente tostada por la superficie y también resulta muy atractiva.

Una vez hecha, la sacamos del horno, la ponemos a enfriar en una rejilla y cuando esté bien fría la desmoldamos. La tarta está mejor de un día para otro. La ponemos en la nevera cubierta con papel de film.

Espero que os guste.









martes, 19 de marzo de 2019

Lenguas de suegra


Siempre me ha atraído preparar pastas, galletas y cualquier tipo de dulce que te puedas tomar en una merienda sin abusar de la cantidad. Como estas pastas que os traigo hoy. Se llaman lenguas de suegra por el relleno de mermelada de naranja amarga que llevan. Pero no os dejéis llevar por eso. Son fantásticas porque el amargor de la mermelada, que no es tanto, contrasta con lo dulce de la masa y crea una combinación deliciosa. Además son muy rápidas de hacer porque la masa no requiere mucho enfriamiento.

Los ingredientes tampoco son muchos y si no te gusta la mermelada de naranja puedes ponerle otra de tu gusto.




Ingredientes

250 g de harina
100 g de azúcar blanquilla
100 g de mantequilla
2 yemas de huevo
mermelada de naranja amarga, limón o lima
azúcar glas para espolvorear


Precalentamos el horno a 180 ºC

Ponemos la harina, el azúcar y la mantequilla en dados en el robot de cocina o amasadora. Batimos hasta mezclar bien. A continuación añadimos las yemas de huevo y un chorrito de agua, solo para ligar la masa.

Retiramos la masa, aplanamos y envolvemos en papel de film y la ponemos en el frigorífico unos 30 minutos.

Enharinamos la encimera y extendemos dejando un grosor de unos 5 mm. Cortamos piezas con un cortador ovalado de unos 9 x 7 cm. Trasladamos los óvalos a una placa de horno y disponemos una pequeña cantidad de mermelada de naranja en el centro. Doblamos hacia dentro los extremos largos y los unimos para cubrir la mermelada.

Introducimos las lenguas en el horno precalentado y las horneamos durante 15 minutos aproximadamente. Cuando se hayan dorado, las pasamos a una rejilla para que se enfríen. Las espolvoreamos con azúcar glas cuando estén frías.

Espero que las preparéis y os gusten tanto como a mí.

jueves, 7 de febrero de 2019

Madeleins de lima y aceite de oliva



Esta semana una amiga regaló a mi hija unas preciosas limas y yo me pregunté qué podía preparar con ellas. Dado que el tiempo que tenemos es brillante como pleno verano, me decidí por estas deliciosas madeleins.

La verdad es que se nota que las limas no son compradas en el supermercado. Su olor es fresco y perfumado y, desde luego, ese es el sabor que tienen estos pequeños dulces. Sabor a verano. Además, para rematar lo mediterráneo, las he hecho con aceite de oliva virgen extra y si os preguntáis si estaban fuertes, ya os digo que, contrariamente a lo que yo esperaba, no. El sabor suave me sorprendió. Nada de mantequilla en esta preparación. Así que no hay excusa para darse un buen gustazo.

La lima se la he añadido a la masa y después de hornearlas las he bañado en una glasa que he secado al horno para que estuvieran más crujientes. El resultado...¡Preguntárselo a mis compañeras de trabajo! :)





Ingredientes

Para las magdalenas

3 huevos
250 g de azúcar
250 g de harina floja
12 g de levadura
170 g de leche
60 ml de zumo de lima
150 g de aceite de oliva virgen extra
ralladura de lima

Para la glasa

60 ml de zumo de lima
200 g de azúcar glas

1- Empezamos batiendo los huevos con el azúcar hasta que la masa blanquee totalmente y triplique su volumen. Añadimos el aceite poco a poco y seguimos batiendo. Agregamos los huevos a media velocidad.

2 - Seguimos con la leche y el zumo de lima, añadimos la harina tamizada junto con el impulsor y finalizamos con la ralladura de lima. Mezclamos. 

3 - Dejamos reposar 12 horas (dejarla toda la noche en la nevera)

4 - Al día siguiente, batimos ligeramente para quitar el gas y echamos la masa  en los moldes de madeleins poniendo poca cantidad para que al subir no pierdan la forma.

5 - Horneamos a 180º C durante unos 10 minutos. 

6 - Una vez frías preparamos la glasa mezclando ambos ingredientes y glaseamos las madeleins. Las metemos en el horno tibio para que se sequen y queden crujientes.

7 - A comer!













sábado, 2 de febrero de 2019

Pastel de limón y cardamomo



Estamos en época de cítricos y creo que una buena manera de  aprovecharlos es elaborando postres con este ingrediente. El cardamomo junto con el limón le dan a este pastel un toque diferente que os gustará.

Ingredientes

3 huevos medianos
220 gr de azúcar glas
Zumo de 2 limones
Ralladura de 1 limón
280 g de nata 35% M.G.
125 g de aceite suave
300 g de harina
12 g de levadura de repostería
Una pizca de sal
1 cucharadita de semillas de cardamomo molidas

Decoración

100 g de azúcar glas
1 limón cortado en rodajas

Azúcar glas para decorar


Batimos los huevos con el azúcar hasta que blanqueen. Agregamos, sin dejar de batir, el zumo y la ralladura de limón, la nata y el aceite en hilo. 

Incorporamos, por último, la harina tamizada con la levadura y la sal, y las semillas molidas de cardamomo.

Precalentamos el horno a 180ºC. Vertemos la preparación del pastel en el molde (de 20 cm) y horneamos 45 minutos, o hasta comprobar que está cocido. Retiramos y dejamos enfriar sobre una rejilla.

Para la decoración, colocamos el azúcar en un cazo a fuego medio y disponemos sobre él las rodajas de limón. Dejamos caramelizar unos 5 minutos.

Servimos el pastel decorado con el limón caramelizado y espolvoreado con azúcar glas.

Como vereis, se me tostó un poco porque puse el aire en el horno mientras se cocía, tal como decía la receta. Es evidente que la próxima vez no lo pondré :) 

La receta es del libro de Aliter Dulcia