miércoles, 26 de octubre de 2016

Bundt cake de calabaza especiada



Sabéis que me encantan los bundt cake. Su presentación es impecable y, además, son de lo más versátil. Puedes hacerlos de montones de variedades. Yo nunca me canso de ellos y donde quiera que los lleve, causan expectación.

Os animo a que probéis a elaborar alguno. Después ya no lo dejaréis.

Se que los moldes de Nordic Ware son caros pero recordar que son una inversión y, si los cuidáis, son para toda la vida. Yo los voy comprando poco a poco. Suele caer alguno por Reyes, por mi cumple o, simplemente, cuando me apetece autoregalarme uno.

Esta receta que os traigo hoy es del libro de Bea Roque. Ya la he hecho varias veces pero no había durado para hacerle las fotos :)



 
Bueno, vamos a ello.

Ingredientes:

250 g de mantequilla
250 g de azúcar moreno de caña
4 huevos de tamaño L
520 g de harina
4 cucharaditas de polvo de hornear
1 cucharadita de bicarbonato sódico
1 cucharadita de sal
1 cucharada de jengibre en polvo ( yo le puse una cucharadita)
2 cucharaditas de canela en polvo
1 cucharadita de nuez moscada en polvo
250 g de buttermilk
330 g de puré de calabaza

Si no tienes buttermilk en casa puedes prepararlo utilizando 250 ml de leche entera y añadirle una cucharada de zumo de limón o vinagre. Déjalo reposar 10 minutos y ya puedes usarlo.

El puré de calabaza lo puedes hacer asando o cociendo la calabaza. Yo la cocí y luego la trituré. Tienes que dejarla que escurra el agua por lo que sería bueno que la prepararas con antelación, incluso el día anterior.

Preparación:

Precalentamos el horno a 175ºC.

Engrasamos un molde Bundt de 25 cm con mantequilla o espray desmoldante.

Tamizamos la harina, el polvo de hornear, el bicarbonato sódico, la sal, el jengibre, la canela, la nuez moscada y reservamos.

Batimos la mantequilla y el azúcar hasta conseguir una mezcla cremosa.

Añadimos los huevos uno a uno ligeramente batidos y batimos a velocidad baja. No añadimos el siguiente hasta que el anterior esté integrado. Vertemos un tercio de la harina y batimos hasta que todo esté integrado.

Añadimos la mitad del buttermilk y continuamos alternándolo con la harina hasta terminar.

Con la velocidad al mínimo, añadir el puré de calabaza y batir bien. Vertemos esta mezcla en el molde y le damos un ligero golpecito para asegurarnos que la masa ha entrado en todos los recovecos. Alisamos la superficie.

Horneamos entre 50 y 55 minutos, o hasta que al pincharlo con una brocheta, ésta salga limpia.

Sacamos del horno y dejamos reposar el molde durante 10 minutos sobre una rejilla. Pasado ese tiempo, lo desmoldamos boca abajo y lo dejamos enfriar totalmente en la rejilla.

Lo servimos espolvoreado con azúcar glas




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