miércoles, 15 de julio de 2015
Cañas de crema
Hay un pueblo en la provincia de Orense que se llama Carballino. Tiene fama por el pulpo y por sus cañitas de crema. Los Domingos, sobre todo, las pastelerías están llenas y la gente se agolpa para comprarlas. Yo lo he hecho más de una vez. Pero, claro, desde Tenerife me queda un pelín lejos y no es cuestión de quedarse con las ganas de tomarlas. Así que viendo que Pamela Rodríguez tenía una receta en su libro de repostería, a los que soy adicta, me decidí a prepararlas. La verdad es que aunque no me quedaron tan perfectas como a ella, el resultado me gustó y, mas aún, su sabor.
Os animo a que las hagáis vosotros también porque no son complicadas y el resultado merece la pena. Lo que sí necesitáis son las cañas de acero que hay en cualquier tienda de menaje de cocina.
Os pongo la receta:
Para la crema:
Leche entera: 500 g
Azúcar: 150 g
Yemas de huevo (M): 4
Maicena: 20 g (Yo, la proxima vez le pondré 25g)
Vainilla: 1 vaina
Corteza de limón: 1 limón
Para la masa:
Harina: 275 g
Manteca de cerdo: 25 g
Mantequilla: 25g
Sal: una pizca
Leche: 65 g
Huevo: 1 (M)
Zumo de naranja: 15g
Aceite suave: para freír
Azúcar glas: para decorar
Crema
Vierte en un cazo 400g de leche junto con el azúcar, la vainilla y la corteza de limón. Calienta a fuego bajo para que el azúcar se disuelva. En otro cuenco, vierte los otros 100 g de leche y deslíe la maicena sin dejar grumos. Bate ligeramente las yemas de huevo y agrégalas a esta mezcla de leche y maicena.
Cuando la leche esté a punto de hervir, retírala del fuego, saca la corteza de limón y la vaina de vainilla, y poco a poco, sin dejar de remover con unas varillas, vierte la preparación de las yemas. Pon el cazo de nuevo al fuego y, removiendo continuamente, espera hasta que la crema espese y adquiera una textura algo más densa que unas natillas. No dejes que hierva para evitar que se corte.
Retira la crema pastelera del fuego y cúbrela con film transparente de manera que no se forme costra. Deja que la crema se enfríe totalmente a temperatura ambiente y refrigérala hasta el momento de usar.
Masa
En un cuenco, pon la harina, la manteca de cerdo, la mantequilla, la pizca de sal, la leche tibia y el huevo batido. Mezcla todos los ingredientes, añade el zumo de naranja y, si fuera necesario, un poco más de harina hasta conseguir una masa similar a la del pan, pero más grasa y muy maleable; no debe resultar dura.
Forma una bola con la masa, envuélvela en film y deja que repose en la nevera durante 1 ó 2 horas. Transcurrido ese tiempo, enharina la superficie de trabajo y forma pequeñas bolas de masa del tamaño de una nuez.
Calienta abundante aceite suave en una sartén honda.
Estira cada bola de masa con ayuda de un rodillo hasta que queden muy finas sobre la mesa de trabajo ligeramente enharinada. (Yo formé una especie de churro y las estiré a lo largo). Enrolla cada trozo de masa en un molde para cañas engrasado. Cuando el aceite esté bien caliente, fríe las cañas, hasta que estén doradas ligeramente por ambos lados.
Una vez fritas, ve colocándolas en una fuente con papel absorvente.
Rellena las cañas de crema ayudándote de una manga pastelera, justo antes de servir para que la masa no se reblandezca y estén crujientes.
Puedes espolvorearlas con azúcar glas antes de servirlas.
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