domingo, 17 de septiembre de 2017

Tarta mousse de queso blanco



Me encantan las tartas de queso. Casi Todas. Pero mis favoritas son las horneadas del tipo a las que se hacen en Galicia. No muy empalagosas y con la base hecha por mí. No me gustan las bases hechas de galletas industriales y mantequilla. Por eso, cuando encontré esta receta en el blog "dulcetradición", me decidí a hacerla. 

No tiene nada que ver con la receta de la Cheesecake de New York. Es mucho más ligera, con una mousse de queso que la hace irresistible. No muy dulce y con una base deliciosa. Bueno, que no tiene desperdicio!!


RECETA

Galleta de base


125/130 g de harina de trigo

60 g de mantequilla

50 g de azúcar blanca

1 huevo pequeño

una pizca de sal


Crema de queso

270 g de queso batido natural (tipo Quark)

150 g de yogur griego natural

50 g de nata líquida

80 g de azúcar

40 g de fécula de maíz (maicena)

3 huevos grandes

1/2 vaina de vainilla


Encima de la base de trabajo ponemos la harina y hacemos un hueco en el centro donde colocaremos la mantequilla blanda en trocitos. Mezclamos con los dedos para obtener un polvo fino parecido a la arena. Añadimos el azúcar y la sal y mezclamos nuevamente. Batimos ligeramente el huevo y lo añadimos amasando con la palma de las manos. Le damos forma de una torta, la envolvemos en papel de film y la dejamos reposar media hora en la nevera.

Extendemos la masa en el molde que previamente habremos engrasado. Un molde de unos 16 cm y 7 cm de alto. Probablemente os sobrará algo de masa así que podéis congelarla sin problemas o preparar una galletas utilizando un cortapastas redondo y hornearlas para degustarlas con un buen café. 

Una vez extendida la masa la pinchamos con un tenedor para que no suba al hornearla y la ponemos nuevamente en la nevera durante al menos media hora. 

Cuando la masa está fría la introducimos en el horno precalentado a 175 ºC durante 30/40 minutos. El tiempo dependerá del grosor de la galleta. Para aseguraros de que no sube, podéis poner un trozo de papel de horno y colocar unos pesos o legumbres encima para impedir que suba la masa y pierda la forma.

Cuando la galleta está hecha, la dejamos enfriar sin desmoldar.




Mientras, preparamos la crema de queso.

Separamos las yemas de las claras y montamos estas últimas con una pizca de sal. Cuando estén firmes, añadimos una cucharada de los 80 g de azúcar y seguimos batiendo hasta que formen pico.

En otro bol, introducimos las yemas y el resto del azúcar y batimos con una varilla hasta que la mezcla blanquee y esté espumosa. Añadimos la fécula de maíz y seguimos batiendo hasta incorporar todos los ingredientes. Añadimos el queso batido, el yogur, la nata y las semillas de vainilla. Batimos bien hasta obtener una masa homogénea.

Introducimos poco a poco las claras montadas a la crema de queso. Con movimientos envolventes. De esta forma introduciremos aire a la masa y nos quedará como una mousse. 

Precalentamos el horno a 200ºC con calor arriba y abajo y con aire.

Vertemos la crema de queso sobre la galleta y horneamos 20 minutos (yo le tuve que quitar el aire porque se me arrebataba mucho). Transcurrido ese tiempo, bajamos la temperatura del horno a 180ºC y lo dejamos 10 minutos más. Pasado ese tiempo, volvemos a bajar la temperatura a 170ºC y lo dejamos 5 minutos. Para saber si está hecha, introducimos un palillo. Éste tiene que salir casi limpio y seco.

Dejar enfriar la tarta completamente.