Con estas cantidades salen 6. En mi caso, hubieran salido 7 pero, como podréis observar en la foto, llené demasiado los moldes y les salió una especie de pié. Si queréis hacer un solo pastel, doblar las cantidades y hornear entre 45 y 50 minutos.
Este molde de Nordik Ware me encanta. De hecho, ya lo he usado dos o tres veces a pesar de que lo tengo desde hace muy poco tiempo. Siento debilidad por los moldes individuales. Como me gusta compartir todo lo que hago, creo que la forma más bonita es preparar los dulces de forma individual y ponerle un envoltorio especial. ¿No os parece?
Esta receta es de Martha Stewart. Sus bundt cakes me parecen extraordinarios.
Os pongo los ingredientes:
145 g de mantequilla sin sal a temperatura ambiente
180g de harina normal
50 g de almendras enteras
50 g de almendras fileteadas
5 cucharadas de azúcar moreno claro
1 cucharadita de canela en polvo
1 pizca de nuez moscada
1 cucharadita de polvo de hornear
1/2 cucharadita de bicarbonato sódico
1/4 de cucharadita de sal
150 g de azúcar blanquilla
1 huevo grande
3 cucharaditas de extracto de vainilla
180 ml de crema agria o yogur natural
200 g de azúcar glas tamizada
3-4 cucharadas de leche
Precalentamos el horno a 180ºC y engrasamos los moldes.
Ponemos en el horno las almendras y las tostamos. Las enteras durante 10 minutos y las fileteadas 5-7 minutos. Yo las tosté directamente en una sartén. Las dejamos enfriar y luego picamos las almendras enteras.
En un cuenco mediano mezclamos las almendras picadas, el azúcar moreno, la canela y la nuez moscada. En otro la harina, el polvo de hornear, el bicarbonato y la sal.
Con una batidora eléctrica a velocidad media batimos 90 g de mantequilla y el azúcar blanquilla hasta obtener una mezcla ligera y esponjosa, unos 3 minutos. Añadimos el huevo y batimos hasta que se integre. Añadimos 1 cucharadita de vainilla y batimos hasta que la mezcla sea uniforme. Añadimos la harina en tres tandas alternándola con la crema agria o el yogur. Batimos solo hasta ligarlo.
Llenamos cada molde con 3 cucharadas de masa. Espolvoreamos cada molde con 2 cucharadas de almendras con especias. Repartimos la masa restante.
Hormeamos hasta que estén dorados y el probador salga limpio, unos 20-25 minutos. Los trasladamos a una rejilla enfriadora 10 minutos. Después los desmoldamos y dejamos enfriar por completo.
Calentamos los 60 g de mantequilla restante a fuego medio alto, hasta que adquiera un tono marrón avellana, unos 5 minutos. La pasamos a un cuenco para quitarle los sedimentos oscuros. Incorporamos el azúcar glas, las 2 cucharaditas restantes de vainilla y 3 cucharadas de leche hasta obtener una mezcla homogénea. Rociamos el glaseado sobre los pasteles y espolvoreamos encima las almendras fileteadas.
Parecen más latosos de hacer de lo que realmente son y quedan fabulosos, así que no te desanimes y prueba a hacerlos. merece la pena.